En una contundente evidencia del fracaso de las políticas colectivistas, esta foto obtenida por la NASA desde la Estación Espacial Internacional deja ver a una Corea del Norte sumergida en la penumbra.
Los astronautas tomaron esta imagen nocturna de la península coreana, que ilustra la oscuridad en la cual se encuentra el país asiático. La NASA afirma que la foto muestra la tierra oscurecida como si fuera un parche de agua uniendo el Mar Amarillo y el Mar de Japón. Pyongyang, la capital, aparece en la toma como una pequeña aldea a pesar de tener una población de 3,26 millones de habitantes. La emisión de luz de Pyongyang es la misma que la de los pueblos pequeños de Corea del Sur, explica la NASA.
Las luces nocturnas ilustran, justamente, la importancia económica de las ciudades. Según datos del Banco Mundial, en Corea del Norte, el consumo per cápita de energía es de 739 kilowats/hora, mientras que en Corea del Sur alcanza los 10.162 kilowats/hora. “Corea del Sur está llena de luces y energía y vitalidad y una economía en auge. Corea del Norte es oscura, ” dice el ex-Secretario de Defensa Norteamericano Donald Rumsfeld.
La imagen lo dice todo. Este es el ejemplo perfecto de por qué un sistema es mejor que el otro. Corea del Sur, que luego de la escisión de la península en 1948 logró convertirse en una democracia capitalista exitosa, se posiciona en la actualidad como una de las economías más importantes del mundo con un notable nivel de vida para todos sus habitantes, mientras que su vecino del norte está sumido, moral y materialmente, en la oscuridad, tal y como esta foto lo demuestra. Tanto Corea del Sur como China, que en los últimos años se ha inclinado a las reformas de mercado, aparecen inundadas de luz, rebosantes de vitalidad, mientras que la oscuridad que envuelve a Corea del Norte permanece inmutable. El tiempo, sencillamente, parece haberse detenido allí.
Pero la luminosidad no es el único indicador relevante. Viene al caso destacar que mientras que el ingreso per cápita de este país es menor que el de Uganda, tiene el quinto ejército más poderoso del mundo y su propio plan de armas nucleares. Todo bajo la anuencia del dictador Kim Jong-un, un hombre de pocas luces.
Y todo en el país de menor libertad económica del mundo según el índice de Heritage Foundation. La oscuridad y la tiranía van juntas por la simple razón de que son las armas elegidas por los déspotas para hundir a los pueblos en la ignorancia.